Tras un incomodo trayecto en tren llegamos a Agra con la esperanza de lograr ver el tan ansiado Taj Mahal, conseguimos después de una pesadísima discusión con el conductor del ricksaw, poner el pie en un hotel, que aunque diseñado para liliputienses, era mínimamente limpio. Dejamos la cantidad de bolsas y maletas y nos pusimos de camino. Solo salir por la puerta, el cielo se cerro casi haciendo el ruido de una Alegre García dando un portazo enfadada, y Patapumba empezó lo que seria el diluvio universal. A pesar de las circunstancias climáticas, nos dirigimos a ver el enorme mausoleo, y quizás porque siempre me ha gustado lo mas complicado , pensé que con semejantes cascadas cayendo del cielo , todo estaba especialmente bonito. Entramos por los jardines ornamentales que sirven de alfombra roja al edificio, pero que ya desde un principio pasan completamente desapercibidos, al ser eclipsados por el GRAN Taj. Yo, si he de ser sincera, que lo seré, creo que no es tan impresionante. Si es verdad que la historia, y la cantidad de gente que fue necesaria para su construcción así como su equilibrio, características...etc, pueden ser fantásticas ,LO SON. Pero a mi no me dijo nada, no me transmitió nada me refiero....y mira que es raro. Sin embargo, os he de hablar de la excursión que hicimos luego. Fue a un lugar-no lugar maravilloso, un pueblo fantasma a una hora en bus de Agra. El sitio en cuestión se llama Fatehpur Sikri, y es uno de los sitios mas espectaculares en los que he estado. Consta de dos partes: una gran mezquita (Jama Masjid) y la parte de la ciudad antigua, que no eran mas que prados verdes llenos de ruinas de lo que había sido una preciosa ciudad(o así me la imagine yo). Si cerrabas los ojos delante de cualquiera de esas escalinatas, arcos o pasillos, te daba la impresión de que podías viajar tiempo atrás y vivir algo que aunque hace tiempo que había desaparecido, llenaba aquel lugar de una vida y una energía inexplicable. Fue una experiencia increíble, me hubiera podido quedar ahí, simplemente montándome mi propia película durante horas y horas sin embargo el lugar estaba plagado de vacas e infestado de sus excrementos, algo que si bien al principio fue imperceptible a la larga rompió con todo el romanticismo acumulado. Los días siguientes fueron un auténtico desastre, me levante a 39.50 de fiebre, así que me tuve que fastidiar y quedar sin la excursión en elefante al fuerte Ajmer, no os podéis imaginar la ilusión que me hacia y la rabia que me dio no poder ir, pero he de confesar que gracias a mi gran familia que si no lo he dicho , es la mejor del mundo mundial (mis padres por conseguir tranquilizarme vía telfn, mis hermanisimas por hacerme reír, y mi prima, por tener la santa paciencia de cuidarme y ayudarme) he podido asumir que lo de ir en elefante lo tendré que dejar para otro momento. Me he de ir rapidísimo, y no puedo continuar, os contare mas cosas con detalle, porque me voy a ver un espectáculo con marionetas...Que increíble! tengo unas ganas que me muero!
un beso fuertísimo a todos y un abrazo aun mas grande!!

Ana